DESNUDEZ
Por fin me decidí a ver su desnudez y entregarle la mía....
Tenia la certeza de que no me obligaría a nada, aun así moría de nervios. Deseaba estar perfecta para encontrarme con su piel. Mientras caminaba hacia su auto cavilaba en la borrasca que podía aguardarme.
De camino, el silencio invadió el auto y ninguno se atrevía a decir nada,por fin, sus labios se abrieron...
-"¿no dirás nada?, solías hablar mucho."
Vaya manera de romper el hielo; invadida por los nervios le sonreí levemente y continué la mirada hacia la senda.
Entramos en la habitación, sentí como algo hormigueaba mi cuerpo comenzando en el estomago y recorriendo mis extremidades; me senté a la orilla de la cama y respiré profundamente... pese al sonido que este provocó apuesto que él no se percató, pues estaba igual o mas nervioso que yo, después de todo, el tenía más que perder.
De camino, el silencio invadió el auto y ninguno se atrevía a decir nada,por fin, sus labios se abrieron...
-"¿no dirás nada?, solías hablar mucho."
Vaya manera de romper el hielo; invadida por los nervios le sonreí levemente y continué la mirada hacia la senda.
Entramos en la habitación, sentí como algo hormigueaba mi cuerpo comenzando en el estomago y recorriendo mis extremidades; me senté a la orilla de la cama y respiré profundamente... pese al sonido que este provocó apuesto que él no se percató, pues estaba igual o mas nervioso que yo, después de todo, el tenía más que perder.
Sus brazos me estrujaron cariñosamente proporcionando la tranquilidad que necesitaba; con una voz suave musitó
-"solo pasará lo que tu desees"
Sin dudarlo fusionamos nuestro aliento, pero mi mente seguía trabajando, pensaba en mil cosas, no podía concentrarme en sus besos, aunque si me agradaban; el pudor me brotaba por los poros, era el primer hombre en ver mi cuerpo de moza.
Nos besamos y palpamos piel a piel, sin barreras; el encuentro no paso de algunos abrazos y apasionados besos.
-"solo pasará lo que tu desees"
Sin dudarlo fusionamos nuestro aliento, pero mi mente seguía trabajando, pensaba en mil cosas, no podía concentrarme en sus besos, aunque si me agradaban; el pudor me brotaba por los poros, era el primer hombre en ver mi cuerpo de moza.
Nos besamos y palpamos piel a piel, sin barreras; el encuentro no paso de algunos abrazos y apasionados besos.
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