NACIMIENTO DE UNA AMANTE
Mi vida inmoral...
corría el ciclo escolar 2006-2007, me encuentro sentada en un pupitre, calzo zapatos negros de charol, medias blancas, júmper guinda y camisa blanca debajo; mis cejas despeinadas, en mi cabello una coleta de caballo con su respectivo mechón enmarcando mi cara ( había que estar a la moda para ser aceptada en el grupo y no ser la burla por que "te lamió la vaca", esa era la expresión con la que todo el salón se burlaba de ti si cumplías las normas de la escuela de llevar el cabello recogido completamente en una coleta). alrededor mio se encuentran dos compañeras. en el aula rebotaba el sonido de experiencias mozas, aun olía a sudor y hormonas de pubertos.
De pronto lo vi entrar.... estatura promedio, delgado, su cabello negro, ojos avellana y sonrisa perfecta, no sabia que terminaría adorando esos labios gruesos y que esos bellos ojos se llenarían de amor por mi, era el profesor encargado de impartir la materia de las dos ultimas horas del día. Debo destacar que durante el ciclo escolar no fue mi profesor favorito, inclusive me caía mal; me parecía un tipo vanidoso y payaso.
Termino el ciclo escolar me gradué para continuar mis estudios de preparatoria, en mi casa no se respiraba precisamente paz, de manera que buscaba actividades al salir de la escuela para llegar un poco mas tarde. una de mis actividades favoritas era caminar en compañía de mi mejor amiga mientras comíamos cheetos azules; cuando ella no podía caminar conmigo lo hacia yo sola o me iba a la secundaria por mi hermana. en alguna ocasión coincidí con ese profesor, ya no me daba clase ni tenia que soportarlo en el salón 3 horas a la semana así que decidí darle una oportunidad y tratarlo un poco mas, me paso su correo y de vez en cuando nos comunicábamos por messenger.
Poco a poco socializábamos más y los correos no bastaban, intercambiamos numero telefónico y contratamos un plan para textear gratis.
Hablábamos día y noche, el era mi escape y yo el suyo. de vez en cuando me invitaba a desayunar los martes de 8:40 a 9:30 am, mientras yo me moría de nervios de estar con él y comía lentamente, él actuaba normal y con toda confianza me miraba a los ojos y sonreía, volvía a comer mi desayuno para esquivar esas miradas penetrantes.
Diecisiete años portándome bien, siendo el ejemplo en mi hogar, la chica de las notas de excelencia, no tomaba, no fumaba y si mis amigas se iban de pinta y quería ir con ellas le marcaba a mi mamá para avisarle donde me encontraría por si algo llegaba a sucederme; en fin, había sido una buena hija y era la primera vez que le ocultaba algo tan importante..... me sentía mal, pero me gustaba estar con este hombre y sin importar inventaba alguna excusa para salir a su encuentro.
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